sábado, 10 de noviembre de 2018

Leyes y principios de ENTRENAMIENTO. Aplicación al salto con comba

Dejo el documento que nos sirve como base para conocer de modo general las LEYES Y LOS PRINCIPIOS que rigen el entrenamiento.

- Descarga el documento ENTRENAMIENTO.Leyes y principios.



A lo largo de las últimas semanas hemos tenido la oportunidad de entrenarnos mediante el salto con cuerda utilizando el método fraccionado mediante repeticiones. En estas semanas los estímulos de entrenamiento o estímulos estresantes han provocado que nuestro cuerpo se vaya adaptando o entrenando para así mejorar la fuerza o eficacia de algunos músculos que intervienen en los saltos, la resistencia de nuestro organismo soportando más tiempo los esfuerzos cada vez mayores.

El método de entrenamiento era  fraccionado por repeticiones porque tratábamos de repetir las secuencias 10 saltos y 10 segundos de recuperación. En algunos ejercicios de entrenamiento, como en las pruebas de nivel con “el monstruo”, las series eran más largas lo que suponía un aumento en el tiempo de saltos (por ejemplo en la prueba del primer nivel se hacían 25 repeticiones seguidas). El tiempo de recuperación era algo que se trataba de respetar pero de alguna manera cada uno se hacía responsable de seguirlo. Si realmente nos hubiéramos ajustado a descansar sólo 10 segundos de una forma rigurosa nos habríamos acercado algo más al sistema de entrenamiento fraccionado interválico porque las recuperaciones habrían sido incompletas y no hubieran permitido recuperar completamente.

El volumen de entrenamiento se podría saber por el tiempo total de actividad de las clases o desde que empezaba a saltar tras el calentamiento o mediante el número de saltos totales. La superación del nivel 1 suponía un volumen mínimo de 190 saltos (resultado de 7 ejercicios de 2 series x10 repeticiones + 1 prueba de nivel de 2 series x 25).

Para valorar la intensidad podríamos hacerlo en relación a la velocidad en la que saltábamos (más intenso si se salta a 1 tiempo que si se hace a 2 tiempos) o a la altura (más alto sería más intenso). También se podría relacionar con la cantidad de peso a mover (potencia) puesto que alguien que pesara más en cada salto movía más kilos que alguien que pesara menos, con lo que a igualdad de número de saltos una persona pesada habría trabajado con más intensidad y con más gasto energético.
El gasto energético y la frecuencia cardíaca también sirven para decirnos la intensidad. Así una persona que no tuviera una buena técnica y saltara flexionando mucho las rodillas o moviendo mucho los brazos tendría una frecuencia cardíaca superior llegando incluso a hacer su ejercicio bastante anaeróbico (aunque de forma intermitente). El entrenamiento de un gesto técnico suele hacer que el cuerpo economice energía según mejora en la ejecución.

La recuperaciones eran mínimo de 10 segundos entre series, lo que nos permitía bajar las pulsaciones y estar en una franja global aeróbica y saludable que nos permite entrenar. Por otra parte nuestro descanso entre sesiones era de mínimo 48 horas con lo que también nos asegurábamos que pudiésemos afrontar otra carga de resistencia y de fuerza – resistencia. Así que cumplíamos los principios de alternancia y de recuperación.

El principio de individualización también se respetaba puesto que cada deportista podía seguir su propio ritmo de avance. Así había algunos compañeros que conseguían algunos niveles rápidamente y otros necesitaban de muchas más repeticiones y tiempo para aprender la técnica, encontrar el ritmo o los argumentos psicológicos de confianza para enfrentarse al monstruo.

El principio de progresión se ha seguido por el hecho de que cada ejercicio era más difícil que el anterior y por lo general implicaba más esfuerzo (o físico o mental) que el anterior con lo que el cuerpo no llegaba nunca a acomodarse. Por otra parte la motivación por ver que se van consiguiendo retos según se mejora en la técnica o cuando tu cuerpo responde mejor a las exigencia o tu mente se enfrenta con seguridad a las pruebas… provocaba que cada vez se realizaran más saltos totales, lo que también suponía una progresión en el número de saltos de una clase respecto a otra.

También ha sido muy evidente el principio de continuidad puesto que cada 2-3 días se repetía el entrenamiento de comba y además se encontraba una mejora respecto al nivel inicial de la clase anterior, es decir se entrenaba en el momento de supercompensación.

El principio de multilateralidad se ha puesto de manifiesto en la mejora de la resistencia a nivel cardiorespiratorio, resistencia muscular (con la fuerza-resistencia), la mejora en aspectos de coordinación y dominio del propio cuerpo (cuando se iba ajustando a las directrices técnicas que se daban en clase) e incluso en la mejora de los aspectos psicológicos que te hacen estar mejor preparado: la constancia en la repetición, el esfuerzo, la creencia en que se puede mejorar si te orientan y te esfuerzas, seguridad en ti cuando te demuestras una y otra vez que lo puedes realizar, la concentración en momentos clave de enfrentamiento con el monstruo… 

 
Aplica los principios del entrenamiento no solo al deporte sino a muchas cosas en las que se quieras mejorar: tocar un instrumento, aprender una habilidad técnica o incluso social… Incluso aplícala al estudio. Aplica la lógica, la repetición, la ciencia y el sentido común a las cosas que quieras conseguir. Y trata de que el proceso de conseguir tus propios retos sea honesto, hazlo divertido y que no falte el sentido del humor

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